Tablaos Flamencos
El escenario flamenco por excelencia
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Lugares de Interés Imprescindibles en España
Es posible ver espectáculos de flamenco en teatros, bares, fiestas e incluso en la calle. Sin embargo, ver un espectáculo en un tablao flamenco histórico es algo que no puedes perderte. Estos establecimientos tradicionales se dedican a preservar las raíces del flamenco, especialmente el cante jondo, un palo conocido por su profunda e intensa emoción.
Normalmente, los tablaos son locales pequeños e íntimos donde el público se sienta muy cerca de un escenario de madera (el tablao) y siente el intenso golpeteo del zapateado, la voz apasionada del cantaor y cada pulsación de las cuerdas de la guitarra, todo ello sin ningún tipo de amplificación. Es flamenco en estado puro. Sigue leyendo para descubrir por qué los tablaos son tan especiales e importantes para el flamenco.
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La palabra tablao significa literalmente suelo formado por tablas de madera unidas. En este caso, se trata del escenario utilizado tradicionalmente para las actuaciones flamencas. El uso de madera es importante para asegurar la calidad del sonido del zapateado y proteger las articulaciones de los bailaores.
Sin embargo, los locales que hoy conocemos como tablaos flamencos tienen su origen en los llamados cafés cantantes del siglo XIX. Estos cafés eran más bien bares donde los clientes podían beber mientras disfrutaban de espectáculos nocturnos de cante y baile.
¿Sabías que? El primer café cantante abrió sus puertas en Sevilla en 1842 y se llamaba Café sin Nombre.
Antes de que existieran los cafés cantantes, el flamenco sólo se escuchaba en celebraciones familiares y actuaciones espontáneas en fiestas y tabernas. Gracias a estos cafés cantantes, el flamenco ganó en popularidad dando lugar a los primeros artistas flamencos profesionales.
Los cafés cantantes fueron descritos por primera vez por viajeros y escritores extranjeros como Ernest Hemingway. También se les conocía con muchos otros nombres, como garitos flamencos, tabernas flamencas, templos flamencos y, mi favorito, catedrales del duende.
El duende es una fuerza misteriosa y creativa que todos los artistas buscan. Consulta nuestro artículo el duende flamenco para descubrirlo.
Se dice que la edad de oro de los cafés cantantes fue entre 1850-1910. Debido a varios factores, siendo el principal de ellos la guerra civil española, los cafés cantantes sufrieron un declive en las décadas de 1930 y 1940.
En los años 50 y 60 se produjo un retorno a las raíces flamencas y, con la llegada del turismo, muchos cafés cantantes se transformaron en los tablaos que conocemos hoy en día.
El flamenco ha seguido evolucionando a lo largo de los años, pero el clásico tablao ha continuado siendo un bastión para los puristas que buscan preservar el arte.
Una de las principales características de los tablaos es su pequeño tamaño y su carácter íntimo. Para que te hagas una idea, no es raro que un tablao tenga menos de 50 butacas. Esto permite al público sentarse muy cerca del escenario y vivir el flamenco en primera persona.
Como el espacio es reducido, es normal que los asientos estén muy cerca unos de otros. Es parte del encanto y ayuda a crear una fuerte conexión entre los artistas y el público.
La acústica también es muy importante. Los tablaos flamencos tradicionales no utilizan ningún tipo de amplificación (ni micrófonos ni altavoces). Como resultado, el público puede sentir las vibraciones de la música y el zapateado sobre el escenario de madera.
La decoración de un tablao suele estar relacionada con la cultura andaluza del sur de España, donde nació el flamenco. Verás influencias moriscas como azulejos o yeserías similares a las las que se encuentran en la Alhambra. También es muy común la memorabilia flamenca y taurina (carteles antiguos, trajes, etc.).
Muy pocos tablaos flamencos cuentan con un grupo permanente de artistas. En su lugar, la mayoría de los artistas van rotando por los diferentes tablaos de la ciudad. Y ocasionalmente ese círculo se amplía a tablaos de todo el país. Estos artistas son profesionales y respetan profundamente las tradiciones flamencas.
En comparación con otros establecimientos flamencos, como los teatros, los tablaos suelen tener un aire más auténtico y tradicional.
Fundada en 1951, la Cueva de la Rocío es una de las primeras cuevas gitanas en convertirse en tablao flamenco en el barrio del Sacromonte de Granada. Fue abierta y es hasta hoy propiedad de la familia Maya, una de las más importantes del mundo del flamenco. Entre su público se encuentran celebrities como Michelle Obama.
Ver un espectáculo flamenco en directo en la íntima y acogedora Cueva de la Rocío es una experiencia que conmueve hasta al aficionado más veterano.
Abierto desde 1956, el Corral de la Morería es otro de los tablaos flamencos más famosos del mundo. En sus casi siete décadas de historia, su escenario ha sido testigo de hitos como la presentación de 'Entre dos aguas' de Paco de Lucía o el debut y despegue profesional de Isabel Pantoja.
Además, el Corral de la Morería es conocido no sólo por su flamenco, sino también por la calidad de su comida. Actualmente, su restaurante cuenta con una estrella Michelin.
A lo largo de su historia, el Corral de la Morería ha sido visitado por una enorme lista de gente famosa como Frank Sinatra, John Lennon, Salvador Dalí, Harrison Ford o Nicole Kidman.
¿Sabías que? Los tablaos han contribuido a la recuperación y mantenimiento del arte flamenco, cuya relevancia universal fue reconocida en 2010 cuando la UNESCO lo inscribió en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Patio Sevillano está considerado el tablao más antiguo de Sevilla. Aunque ha ocupado varias ubicaciones y ha cambiado de nombre un par de veces, lleva abierto desde 1952. El espectáculo en este tablao dura 90 minutos y, a diferencia de la mayoría de los tablaos más íntimos, dispone de un gran escenario con hasta 20 artistas.
Abierto desde 1970, el Tablao Flamenco Cordobés es el tablao más famoso de Barcelona. A lo largo de las décadas, ha atraído a artistas legendarios (ej. Camarón de la Isla y Farruco) estableciéndose como una referencia en el mundo del flamenco.
Personalmente, disfrutamos mucho del espectáculo en este histórico establecimiento. Si quieres saber más sobre nuestra experiencia, consulta nuestra completa reseña del espectáculo de Tablao Cordobés.
El Cordobés también cuenta con una preciosa decoración interior de inspiración morisca que recuerda a la Alhambra de Granada.
La gran mayoría de los espectáculos de flamenco duran 1 hora, pero algunos pueden ser un poco más largos o más cortos. En cualquier caso, te recomendamos llegar al menos 15 minutos antes del comienzo del espectáculo. De ese modo, podrás disfrutar de una bebida o incluso empezar a comer.
En algunos establecimientos, los asientos se asignan por orden de llegada. Esto significa que llegar pronto también te ayudará a conseguir mejores asientos.
Algunos tablaos flamencos permiten hacer fotos y/o vídeos cortos durante la actuación. Otros no. Te informarán antes de que empiece el espectáculo.
Asegúrate de seguir las normas en todo momento y nunca utilices flash, ya que supone una distracción enorme tanto para los artistas como para el resto del público.
En algunos tablaos sólo se sirven bebidas, en otros bebidas y comida, y en otros nada en absoluto (para que el público se concentre al 100% en la actuación). El Teatro Tablao Flamenco Torero de Madrid es un gran ejemplo de esto último. Es posible tomar una copa en el bar antes del espectáculo e incluso bajarla al tablao, pero una vez en la sala, no hay camareros ni servicio de bar.
Aunque la comida en los tablaos tiene fama de ser más bien mediocre, no es siempre el caso. Hay incluso tablaos que disponen de restaurantes galardonados con estrellas Michelin, como el emblemático Corral de la Morería de Madrid.
Normalmente hay una tarifa fija para entrar en un tablao y asistir a un espectáculo flamenco. Espera pagar entre 15 y 50 € por una entrada básica (sólo para el espectáculo o espectáculo + una bebida).
Si el tablao ofrece comida, normalmente hay varios tipos de entradas de entre los que elegir (por ejemplo: espectáculo + tapas, espectáculo + cena). Los precios con comida incluida empiezan sobre los 50 €.
Ten en cuenta que en algunos establecimientos la cena se sirve antes del espectáculo (ej. Tablao Flamenco Cordobés en Barcelona), mientras que en otros se hace durante el espectáculo (ej. Tablao Flamenco Torres Bermejas en Madrid).
Durante el espectáculo, observarás que los artistas utilizan las palmas como instrumento. Estas palmas son variadas y complejas y a menudo se basan en un compás de 12 tiempos. No intentes participar. Los artistas y el resto del público te lo agradecerán.
Sé respetuoso con los artistas y el resto del público y aplaude sólo al final de cada baile o canción.
Si no vas a ver un espectáculo en un tablao tradicional, el otro tipo principal de local es un teatro flamenco. Este es también un lugar estupendo para ver flamenco, pero la experiencia es un poco diferente, principalmente debido al tamaño de la sala.
Al ser establecimientos de mayor tamaño, los escenarios también son más grandes lo que permite a más artistas actuar al mismo tiempo. Por ejemplo, es más probable ver varios bailaores a la vez. Además, la iluminación, el vestuario y la producción general de estos espectáculos son normalmente más avanzados. Los asientos están más espaciados, como en un teatro normal, lo que hace que la experiencia sea más cómoda.
Sin embargo, en los teatros se pierde la intimidad y la estrecha conexión con los artistas que es posible experimentar en un tablao flamenco. ¿Nuestra recomendación? Asiste a un espectáculo en ambos tipos de locales y juzga por ti mismo.
Los bares flamencos no suelen tener un horario regular de espectáculos. Si lo tienen, probablemente sea sólo una o dos veces por semana y puede que sólo sea un cantante y/o guitarrista. Como su nombre indica, es ante todo un bar: un establecimiento que vende bebidas.
En los bares flamencos se reúnen lugareños, aficionados y artistas noveles. El flamenco ocurre generalmente de forma más espontánea. Se basa casi por completo en la improvisación. Además, los bares flamencos no suelen cobrar entrada.
Una peña flamenca es una asociación cultural dedicada al flamenco. Se trata de clubs privados cuyos miembros son aficionados al flamenco dedicados a preservar el arte.
Las peñas siempre están organizando eventos (conciertos, clases, noches de micro abierto, etc.), pero estos suelen ser más espaciados en el tiempo (quizá un concierto al mes en lugar de 3-4 espectáculos flamencos diarios como muchos tablaos) y más pensados para el público local.
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